“El tiempo cambiante y extremo previsto para estos días no nos permite garantizar la seguridad del acceso a la ermita de Puntallana, de modo que suspendemos la gran limpieza prevista para este sábado. Si se puede, iremos un equipo de voluntarios habituales, daremos una batida y veremos si es necesario volver a convocar a la gente. Ojalá que no haga falta… ya veremos” dice Ugo, el presidente de la asociación.
Así pues, si el tiempo lo permite, los miembros de AGLAYMA acudirán igualmente el sábado y valorarán la necesidad de volver próximamente.
La última limpieza realizada en esta playa fue a finales de junio. “En esa ocasión pudimos comprobar el efecto beneficioso sobre el medio ambiente que había tenido el confinamiento. Evidentemente, seguía llegando basura marina vieja, de esa que va flotando por el océano hasta que se hunde, se desmenuza y flota, o va a encallar en alguna playa, pero se notó una significativa disminución de la basura nueva.
Desgraciadamente, el efecto del confinamiento ya se ha extinguido, y en la Gomera se ha notado una especie de efecto rebote, experimentando la isla un aumento de la “basuraleza” es decir, los papeles, cajetillas, bolsas, botellas, latas, toallitas húmedas, colillas… que se abandonan en los rincones.
AGLAYMA además de limpiar las playas se dedica a fomentar la idea de una “isla limpia”, es decir una isla sin basura tirada en el entorno, una isla que no ensucia el mar que la rodea.
