El Pescante de Hermigua, el otro lugar de La Gomera donde es posible un derrumbe

Tras el derrumbe producido ayer sobre la carretera de acceso a la playa de Argaga algunos se preguntan si existen en La Gomera más lugares donde se pudiera producir un hecho similar o de peores características.

La respuesta a esta pregunta tiene una respuesta positiva y quizás el lugar con mayores posibilidades para ellos sea la zona de El Pescante o piscina natural de Hermigua, situada en la costa de este municipio junto a un risco de grandes dimensiones y un lugar donde ya antes se han producido desprendimientos, algunos de ellos graves, y un lugar donde acuden miles de personas, especialmente en la época veraniega pues se trata de una zona donde existe una piscina natural y un antiguo pescante que atrae a los visitantes para un refrescante baño.

Aunque en los últimos años se han realizado obras en la zona la mayoría de ellas no estaban orientadas a contener la caída del risco de a prevenir los desprendimientos, más bien estaban orientadas a la reparación de la vía de acceso a esta zona.

UNA OPORTUNIDAD PERDIDA

La oportunidad de realizar actuaciones encaminadas a evitar surgió en el año 2006 cual el entonces Alcalde de Hermigua, José Ramón Mora, consigue del Gobierno de Canarias financiación para cubrir la vía de acceso con un semitunel y crear sobre la zona de baño unas estructuras de acero y hormigón que evitaran o desviaran la caída de los posibles desprendimientos.

Aunque la financiación, en ese año, no estaba completa es espera terminarla con aportaciones de otros organismos o bien dividir la obra en fases para poder acometerla.

Pero he aquí, que tras la llegada a la alcaldía de Solveida Clemente, dichos fondos son empleados en otros lugares de Hermigua, en otras obras de poca o escasa utilidad, dilapidando la posibilidad de obtener un alto grado de seguridad e uno de los pocos atractivos turísticos del municipio. Aunque más tarde esta misma alcaldesa se le ocurre la genialidad de querer construir una rampa de paseo sobre el mar con un restaurante al final, sin asegurar lo más básico, la seguridad de la zona, evidentemente la idea quedo sin ejecutar y los fondos se perdieron.

A día de hoy, La zona tiene su acceso restringido, y el usuario accede a ella “bajo su responsabilidad”, tal y como reza un cartel colocado al principio de la vía de acceso.