Sí se puede exige la dimisión de Grande-Marlaska por la violación de los derechos humanos de las personas migrantes en Canarias

  • La organización ecosocialista rechaza que se trate de convertir al Archipiélago en una cárcel y se edulcore la situación con falsedades dirigidas a la opinión pública 

 

Sí se puede exige la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la violación de los derechos humanos de las personas migrantes en Canarias. La organización ecosocialista rechaza que se trate de convertir al Archipiélago en una cárcel y se edulcore la situación con falsedades dirigidas a la opinión pública, tal como hizo el ministro en declaraciones a una cadena de televisión generalista española.

“Grande-Marlaska cometió un grave error al asegurar que las personas que están entrando en Canarias procedentes de África solo pasan, como máximo, 72 horas en las precarias condiciones de acogida que están experimentando. Esto no es cierto, se sabe que hay personas que han permanecido hasta 24 días a la intemperie en el muelle de Arguineguín, en Gran Canaria, donde ahora mismo hay más de 2100 personas concentradas, mientras distintos departamentos del gobierno estatal se pasan la pelota sobre a quién corresponde atenderlas y cómo hacerlo”, asegura el portavoz de Sí se puede en materia de migraciones, Pedro Fernández Arcila.

La organización ecosocialista considera que “el gobierno estatal tiene que asumir la responsabilidad de la situación esperpéntica vivida en Arguineguín este 17 de noviembre, tras abandonar en la calle a 227 migrantes magrebíes sin dotarlos de recursos ni documentos que les permitan resolver su situación –explica Arcila– y ha sido muy grave que el ministro, en lugar de reconocer una realidad que está obligado a identificar, haya respondido con falsedades”.

“En Arguineguín se violan los derechos humanos todos los días, como ha denunciado el Colegio de Abogados de Las Palmas recientemente, y quienes ofrecen alguna respuesta, precaria, a las personas migrantes son entidades a las que no les corresponde asumir esta responsabilidad: gobiernos municipales y organismos no gubernamentales. No es de recibo”, apunta el portavoz.

Igualmente, Sí se puede destaca que “la intervención de Grande-Marlaska es el colmo de una serie sucesiva de errores por parte del gobierno del Estado”. Entre estos, la organización ecosocialista ya calificó de intolerable el ninguneo del ministro de Migraciones, José Luis Escrivá, y sus poco afortunadas declaraciones sobre el tiempo que tardaría en presentarse en Canarias para conocer la situación sobre el terreno. “Parece que al gobierno de Pedro Sánchez le da lo mismo que se dé esta violación de los derechos humanos mientras ocurra lo más lejos de la capital del Estado”, asegura Arcila.

Sí se puede considera que Sánchez hace la vista gorda a esta situación. “Quienes no merecen esto, en primer lugar, son las personas inmigrantes que llegan a las Islas, porque huyen de una situación que los expulsa de sus países. Tampoco Canarias merece un tratamiento en el que lo que se aprecia es que al gobierno central no le importa convertir al Archipiélago en una gigantesca cárcel de inmigrantes. Esto no se puede tolerar”, subraya.

La organización ecosocialista considera que, ante el fenómeno de la inmigración africana hacia Europa, la respuesta no pueden ser los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), porque funcionan como cárceles, y no se puede mantener a estas personas en campamentos improvisados al aire libre durante semanas. Tampoco pueden ser abandonadas en la calle, sin recursos, sin atención; ni se puede dejar a las administraciones locales sin herramientas para abordar la emergencia con dignidad.

Sí se puede considera que “el compromiso del Estado debe traducirse en hacerse cargo de la recepción de las personas que llegan a Canarias en condiciones de dignidad y de respeto a sus derechos humanos, cerrar los CIE, suspender las expulsiones a Mauritania y compartir con el resto de comunidades autónomas y de países europeos la suerte de estas personas, mientras se desarrolla la única política posible y que dará resultados a medio plazo: evitar políticas depredadoras de los recursos naturales de los países que expulsan población y de políticas neocoloniales que exportan la riqueza generada con la actividad económica de empresas europeas en estos países, al tiempo que se debe impulsar políticas de cooperación que estimulen y consoliden el desarrollo endógeno de los pueblos. Cuanto más tarde se empiece, más tarde se resolverá la situación”, sentencia su portavoz.