Estimados amigos, un saludo. Domingo Sanz El 6 de mayo, nueva oportunidad para los escaños

En las tres primeras “batallas” con el Estado de Alarma en cuestión, la tribuna del hemiciclo derrotó siempre a los escaños por 21 a 0. Solo en la cuarta, la del 22 de abril, se consiguió un dignísimo 20 a 1. Es evidente que no me refiero a las votaciones que salieron en la prensa.

Por eso, he enviado un correo electrónico, el segundo sobre lo mismo, que en esta ocasión han recibido más de 40 diputados y diputadas del Congreso. Siempre que, como es su obligación, abran su Bandeja de Entrada. Dice lo siguiente:

Hola,

El próximo Pleno del Congreso al que usted deberá acudir, relacionado con el Estado de Alarma, se celebrará el miércoles 6 de mayo.

Pocos días antes del Pleno anterior para lo mismo, que tuvo lugar el 22 de abril, una serie de personas nos dirigimos a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para solicitar que cada diputado que tuviera que hablar, incluido el presidente del Gobierno, lo hiciera desde su escaño. Se trataba de evitar que el personal de limpieza tuviera que subir a desinfectar la tribuna cada vez.

Durante el desarrollo de ese Pleno supimos que nuestra petición había sido planteada por la presidenta Batet a todos los grupos parlamentarios, lo que también le debería constar a usted.

Por tanto, estoy convencido que le será fácil comprender, a usted, que ese día 22 de abril las personas que nos habíamos dirigido a la presidenta Batet nos sintiéramos profundamente decepcionados por el desprecio que usted, o la persona que hablara por su grupo parlamentario, manifestaron hacia la salud de trabajadores del Congreso con nombres y apellidos. Todos ustedes, excepto uno, priorizaron la irrelevancia de ocupar la tribuna para, inevitablemente, ensuciarla cada vez.

Únicamente el diputado Joan Baldoví tuvo la valentía de hablar desde su escaño. Quizás usted pueda recordar aún que comenzó su intervención diciendo: “yo haré caso a la presidenta y haré la intervención desde mi escaño”. Por cierto, los espectadores entendieron perfectamente a Baldoví, aunque hablara desde su escaño, y algunas personas también comprendimos que, de esa manera, contribuía a que no aumentaran las desinfecciones de la tribuna del hemiciclo, que si no han llegado a las cien veces las superará el día 6, salvo que usted se una al diputado valiente en esta causa.

Ante el nuevo Pleno sobre el Estado de Alarma a celebrar esta primera semana de mayo, sirva la presente para reiterarle la petición de que todos los diputados realicen sus intervenciones desde sus escaños.

No estoy pidiendo nada excepcional ni que incumpla el Reglamento, pues así lo hacen ustedes durante los plenos de control al gobierno que se celebran los miércoles. Sin ir más lejos, hace tres días, el día 29 de abril.

2 de mayo de 2020. Atentamente. Domingo Sanz.

 

P.D. Supongo que se ha dado usted cuenta que me estoy refiriendo a personas como aquella a la que aplaudieron en el Pleno del 18 de marzo. Si por fin deciden convertir en hechos sus aplausos y no poner tantas veces en peligro la salud de los trabajadores que tienen más cerca, no aprovechen para recortarles el sueldo”.

Hasta aquí el texto enviado a más de 40 diputados y diputadas.

Le invito a usted, que está leyendo, y si está de acuerdo, a que se sume a la petición.

Las direcciones de correo electrónico de casi todos los diputados, agrupados por Grupos Parlamentarios, están disponibles en:

http://www.congreso.es/portal/page/portal/Congreso/Congreso/Diputados/DipGrupParl

y puede dirigirse a quienes crea que merecen la pena para esta petición.

Basta con pedirles que el próximo día 6, en el Pleno del Congreso, quien tenga que hablar por el grupo parlamentario al que pertenece lo haga desde su escaño, sin subir a la tribuna.

Es evidente que la salud del personal de limpieza del Congreso es un asunto que parece menor y que no ha merecido el interés de los diputados en las sesiones ya celebradas para el Estado de Alarma, salvo Baldoví en la del 22 de abril. Tampoco los grandes medios se hacen eco.

En cambio, la concentración celebrada por Díaz Ayuso en IFEMA, contraria a lo previsto en el Estado de Alarma, si subió a las portadas. Además, el Gobierno investiga lo ocurrido y hasta los convocantes pidieron perdón.

La diferencia es que las prescindibles desinfecciones de la tribuna del Congreso es un hecho que implica a todos los partidos, mientras que lo de IFEMA contribuye a los fuegos artificiales de unos contra otros y, en particular, sirve para devolver a Casado la matraca que no para de dar con lo del 8 de marzo, aunque su partido también acudiera.

El diablo que se oculta en los detalles, más que infectar, envenena con el peor autoritarismo de los que “adornan” nuestra historia a todo aquel que, venga de donde venga, consigue acceder a cualquiera de los tres poderes estatales, tanto si se trata del ejecutivo en La Moncloa, del representativo en las Cortes o del judicial en los tribunales más importantes, se llamen Constitucional, Supremo o Audiencia Nacional.

Hace dos días también consiguió subir a algunas portadas, pocas y digitales, un maletín con 1.700.000 € viajando en 2010 hasta Suiza desde La Zarzuela, en manos del entonces titular de esa vivienda.

En 2010 había personas que se suicidaban en España porque no podían pagar la hipoteca de la suya, pero el Real portador del maletín daba lecciones de honradez en sus discursos de Navidad.