Nuevo Testamento de Victorina

Un Nuevo Testamento o Códice del Nuevo Testamento de Victorina con más de quinientas hojas, pintadas por los lados, cada hoja de un tamaño un poco mayor al de la cartulina. Cada parte del Nuevo Testamento está repartido en donación por distintas colecciones o museos, cada parte tiene una numeración propia. Terminado en 1994. Autor de las pinturas JMM.

En un intento de hacer arte, de realizar arte actual, de construir significados y significantes plásticos religiosos, y en concreto cristianos, se produjo o se condensó en esta obra. Repartida en distintas colecciones, desde hace ya más de un cuarto de siglo, pinturas y papel, con textos del Nuevo Testamento pegados en sus hojas. Han ido pasando las lunas, y no se sabe, al menos por el autor, la integridad de dicha producción, su calidad, su conservación y todos los demás parámetros.

Vivimos en un tiempo, que contrariamente a lo que se indica, se valora por un lado, mucho el arte y las artes, véase los resultados de las subastas, pero por otro lado, diríamos por la puerta de atrás, miles, por no decir, docenas o cientos de miles de obras de arte, del mundo y en el mundo cada año, digamos, de forma suave “se pierden”.

Hoy, el arte, que tanto se valora, no solo sus dimensiones estéticas y culturales y plásticas, también se ha hipervalorado el precio económico y la firma. Y, ambas realidades se interrelacionan, o dicho de otro modo, se ponderan entre sí, se crean sinergias, hibridaciones, de tal modo, “que la firma es más importante que la obra en sí, que el valor económico de la obra es más importante que la obra en sí”.

No se objetiva de verdad y en profundidad y en esencialidad el valor de un producto cultural, en este caso una obra de arte, sino que “se tienen en cuenta, más, una multitud de factores y variables y dimensiones…”.

Quizás, en ese torbellino-huracán-tifón-volcán de la realidad de la industria cultural de hoy, y en concreto, de la industria cultural artística, y más aún, del arte plástico, ha quedado enredada esta producción cultural, que denominamos Nuevo Testamento de Victorina, realizado durante muchos años, es decir, pensado-sentido-meditado y construido, y después, en sus diferentes partes, siendo enviada a distintas entidades que desearon recibirlo y recogerlo y cuidarlo en donación gratuita.

Pero han pasado, ya veinticinco años de la terminación de esta obra, y el silencio duerme sobre ella. Sin saber muy bien, en qué situación estará, cuánto y cómo de ella. Qué partes, qué hojas, que totalidades… ¡Olvidando sus custodiadotes, propietarios que en conjunto es o forma parte, de uno de los libros de mayor tamaño, de una de las Biblias o Nuevos Testamentos de mayor tamaño, de todos los tiempos, que quizás solo por eso, valdría la pena cuidarlo, valorarlo, darlo a conocer, exhibirlo, entenderlo, comprenderlo, estudiarlo, analizarlo…!

Quizás, para el autor, ya que esta obra, no es solo un libro o libro de artista, o libro objeto o libro único, sino una “especie de libro medieval, aquellos que eran escritos a mano, y pintados cada hoja”, en este caso, los textos escritos son pegados, y las pinturas son únicas en cada hoja. Sino también, que colocados entre metacrilato las hojas, serían una especie de mural. Además, de aplicar los Manifiestos Artístico que el autor de esta pintura, diseñó y escribió y planteó y editó y ha publicado durante estas décadas…

Esta obra, era, un antes y un después en el mundo del arte, no solo en la concepción de los libros de artista, en la concepción de la pintura, en la estética, porque va acompañada del concepto de nuevos Manifiestos Artísticos de JMM. Véase en otras publicaciones o ediciones.

Quizás ya la vida, se percibe en el horizonte, estar en la recta final, es decir, nadie sabe el día y la hora, pero se tarde uno o diez o veinte o treinta unidades de tiempo, la realidad, no podemos obviarla, ni olvidarla, la realidad es que estamos al final del proceso existencial de un individuo, y esto lleva, sin quererlo a recordar y mirar también el pasado. Quizás ha realizar recapitulaciones, entre otras, preguntarse sobre la existencia de esta obra o libro de artista…

Esto lleva al autor, a preguntarse, no solo por la situación de esta obra en concreto, por no decir, también, de cientos o de miles de otras obras, formando grupos o contextos o unidades. Preguntarse, porqué esta obra que planteaba un nuevo arte, una nueva estética, no ha sido valorada, ni analizada. Plantearse, multitud de preguntas y cuestiones…

Quizás, como en un aforismo, de un sacerdote del siglo veinte, ahora ya canonizado, decía más o menos: “quizás, lo que se regala, demasiadas veces, no se valora”. Esta obra, con un enorme carácter estético actual, con un gran entronque de intentar unir arte actual, es decir, de las vanguardias de estos dos últimos siglos, con la dimensión religiosa y metafísica y filosófica y ética del ser humano.

Una obra que intentó abrir nuevos cauces, en multitud de dimensiones. Esta obra, duerme el silencio de los durmientes. Sin saber su estado, sin saber su situación. Sin que al final, una obra de arte, no está hecha, para loar al autor o autora, ni para ponerle laureles, sino para servir al ser humano. Una obra, que al final, no alimenta a nadie, porque existiendo no existe, porque está dormida en el vientre de varias bibliotecas en el mejor de los casos. Quizás, también, si existe Juicio Particular, cada uno de los interesados en esto, tengan que dar cuentas o explicaciones de esto también…

¡En un siglo que tanto se valora el concepto de conservación de la Naturaleza, de reciclaje, de conservación de todo lo material y natural, y del enorme valor al arte, la realidad, es que se “pierde” cada año demasiado arte…! ¡Pero casi nadie quiere plantearse esta realidad! ¡Paz y bien y salud…!

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