El robo del Silbo, perdón del siglo

El robo del Silbo, perdón del siglo

He buscado en las redes exhaustivamente, de arriba a abajo, pero sigo sin encontrar a dos silbadores herreños comunicándose. No veo a ninguno de esas setenta fuentes haciendo algo diferente a lo que se hace en La Gomera.

Lo más que duele es ver como las autoridades de la isla del Meridiano han sucumbido a cantos de sirenas. Resumiendo, una asociación bebe de las fuentes del Silbo Gomero y luego riega otros campos intentando plantar algo que no existe.

Si se silbó en el Hierro fue porque hasta allí fueron hijos de La Gomera a trabajar. En numerosas entrevistas que ha realizado el polifacético Rogelio Botanz, en su canal de YouTube, se ha visto que no había un lenguaje silbado en el Hierro, y esto ha sido contado por folcloristas herreños. Y son contundentes: de silbar en el Hierro se debe a que fueron traído por los gomeros.

Pero como les he dicho, en el confinamiento, he estado buscando ver demostraciones de Silbo Herreño. Ver como si he visto en San Sebastián, a gente comunicándose desde sus casas o lanzando vivas a La Gomera. No he visto nada. Sólo ves conferencias torciceras donde la historia sufre más de un vaivén. Se lima tanto los datos históricos que calzan a la perfección como un traje hecho a medida. Esta asociación lo intentó en Gran Canaria, pero allí había gente seria y dieron razones que no había lenguaje silbado en la isla. Y que la treintena de silbadores que existen o fueron enseñados por gomeros o por alumnos de estos.

Ahora están con el Silbo de Tenerife, el muy cacareado por las redes: el Silbo de Afur. Busque querido lector un libro titulado: Historia de la comarca de Anaga. En él hay más de una veintena de referencias a poblamientos de gomeros en la zona. Fueron llevados para cubrir la retaguardia de La Laguna y Santa Cruz en caso de ataque. Gomeros, barrancos y Silbo, se han convertido en un lenguaje silbado de Tenerife. La pena es que en el Hierro han mordido este anzuelo, y ya sólo están a la espera , para que unos sacacuartos con silbos inventados, les de el golpe de gracia. Una vergüenza que hayan canarios que roben patrimonio para mercadear con él. Pero mayor es la tristeza de ver a canarios que lo compran. Y quizás, va siendo hora, para que el Cabildo de La Gomera emprenda acciones legales contra los creadores de este invento.

Desgraciadamente, La Gomera se ha convertido en la pandereta de Canarias, donde todos vienen a tocar cuando sienten que su canariedad se minusvalora. Y eso es una realidad, ya hacen almogrote hasta en el islote de Alegranza, por ejemplo. Una cosa está clara, de haber sido un patrimonio de La Palma, Tenerife o Gran Canaria, por los cojones, se inventan patrañas para llevárselo a otra isla. Pero querido lector, somos gomeros, y como decía un ilustre caballero: mal asunto este, el que a los gomeros nos haya tocado el papel de los chistes. Porque aquí todo es cuestión de reírse del gomero. Y simplemente somos gente que nos buscamos la vida, con nuestra cartona, nuestra humildad y sin meternos con nadie. Pero todo dios se cree con derechos sobre nosotros. Lo próximo, y lo estoy viendo, será llevarse planta a planta el Garajonay a otra parte.

Me permito poner la foto de D. Isidro Ortiz, como garante de nuestro Patrimonio y de nuestra dignidad como pueblo.

Graciás por leerme.