Ninguna de las islas ha tenido ante la historia una psicología tan especial como La Gomera. Pueblo indómito, amante de su independencia, celoso de sus libertades, distinguió sé desde los primeros tiempos por su recio temperamento de batalla.
Desde fines del siglo XIV comenzaron en La Gomera las guerras civiles. Más tarde la isla se vio dividida en facciones, que en enconadas luchas se disputaban el mando. Ni Hernán Peraza, con toda su férrea voluntad, pudo reducir estas discordias, y varias veces tuvo que acudir en queja al Rey don Juan II, exponiéndole la desobediencia de sus vasallos.
Estas sediciones culminaron con las trágicas muertes don Juan Rejón, conquistador de Gran Canaria, y de aquel joven calavera, Hernán Peraza, inmolado en aras de sus pasiones amorosas con la hermosa Iballa, la heroína de Guahedum.
A algunos historiadores les sorprendía que teniendo los gomeros en aquellos tiempos «las mujeres comunes”, diesen muerte a su señor Fernán Peraza, por negocios de pura galantería.
Pero oigamos la autorizada opinión de Viera a este respecto «Juzgo que si quisiéramos buscar las causas de semejantes inconsecuencias, no las hallaríamos en los gomeros, sino en los vicios de los que gobernaban como para probar su paciencia. Aquellos naturales, aunque no vieron en sus conquistadores muchos ejemplos de humanidad, de justicia y de leales costumbres, sin embargo supieron ser muy fieles, y aún todo lo que quisieron que fuesen, siempre que se les mandó con razón y se les trató con dulzura. Querían ser hombres y los gobernaban como máquinas. Como hombres, sin embargo, se comportaron en cuantas ocasiones fue atacada la independencia de su territorio. Cuando los hugonotes invadieron la isla en 1570, saqueando, quemando y destruyendo el caserío de San Sebastián, los gomeros, que habíanse retirado tierra adentro, repelieron heroicamente la agresión, vengando la muerte de los mártires religiosos (fray Bernardino Ramos, fray Antonio y fray Diego Muñoz) sacrificados bárbaramente por las hordas que mandaba el pirata Gapdeville. Igual comportamiento demostraron cuando las irrupciones de los ingleses, en 1585; de los holandeses, en 1610; de los berberiscos, en 1617; de la escuadra de Carlos Windon en 1743, y en otras muchas jornadas y episodios que llenan de blasones gloriosos las páginas de su historia.
Esta era La Gomera de antaño: «aquella isla pequeña, frondosa, fértil, de agradable temperie, de bellas aguas: los primeros que abrazaron la Religión, y los últimos de las cuatro islas menores que acabaron de ser cristianos ; los que parecía que no tenían lengua para pronunciar bien las palabras, y los que más murmuraron contra la conducta de doña Beatriz de Bobadilla, atrayendo sobre sus cabezas las venganzas de aquella terrible señora.
Estado indómito y altivo, valeroso y fuerte, que hizo de sus abruptas montañas inexpugnables baluartes de su libertad. ¡Honor a los pueblos que como La Gomera, supieron defender tan bravamente la dignidad y entereza de la raza!
San Sebastian: Detalles de la población
La villa de San Sebastián de la Gomera se halla situada en el fondo de un barranco, sobre un terreno completamente llano. La población, de contorno irregular, mide de norte a sur un largo de mil metros aproximadamente, siendo de unos cuatrocientos su mayor anchura.
El número de habitantes, según el censo de 1910, es de 4.137. Actualmente pasan de 5.000.
Las calles principales son las de Alfonso XII (principal vía de la villa), Romanones y Ruiz de Padrón. Estas calles cortan paralelamente la población en toda su longitud. En los últimos años se han realizado importantes, mejoras urbanas, a lo que ha contribuido en gran parte, con su acertada gestión, el actual alcalde, señor Veguero.
La población cuenta con alumbrado eléctrico, y hace unos dos años comenzáronse las obras de alcantarillado, que han quedado interrumpidas por la anormalidad de las circunstancias. Las plazas principales son la de la Constitución, con bonitos jardines, y la de la Iglesia.
Entre los edificios históricos merecen citarse la casa que habitó Cristóbal Colón, cuando arribó a aquel puerto en su primer viaje a América; la casa donde nació el ilustre hijo de San Sebastián, Ruiz de Padrón, uno de los isleños que más se han distinguido por sus talentos y altiva independencia, y la célebre «Torre del Conde», situada a la derecha del pueblo, y próxima al mar.
Esta fortaleza ha desempeñado un importante papel en la historia de la Gomera. Fué construida en tiempos de Hernán Peraza, séptimo señor de las islas, y sirvió siempre de principal baluarte a la defensa de la isla. Otro edificio histórico es la iglesia parroquial, donde está enterrado el heroico caudillo Juan Rejón, conquistador de Canaria, muerto por los súbditos de Fermín-Peraza.
Centros ofíciales
San Sebastián cuenta actualmente los siguientes centros: Delegación del Gobierno, Cabildo Insular, Comisión Mixta de Reclutamiento, Registro de la Propiedad, Juzgado de Primera Instancia y Municipal, Ayuntamiento, Depositaría y Pagaduría de Hacienda, Subdelegación de Míarina. Estación Sanitaria del puerto, Administración de Puertos Francos, Oficinas de Telégrafos y Teléfonos, Recaudación de Contribuciones y Administración de Correos.
Guarnece la plaza el Batallón de Cazadores Gomera-Hierro número 23 y cuenta también con un centro de instrucción y recreo, titulado «Liceo de Gomera».
Fiestas religiosas
Las principales fiestas públicas de carácter religioso son las de San Sebastián, patrón del pueblo, que se celebra el 20 de Enero, y la de la Virgen de Guadalupe, el primer domingo de Octubre en su santuario de Puntallana. Algunos años es llevada a la villa la venerada imagen.
El traslado se verifica por mar, rodeando el bote de la virgen multitud de embarcaciones adornadas con palmas y flores, que le dan lucida escolta. Es este un espectáculo pintoresco que llama mucho la atención del forastero.
Carreteras y caminos
Una de las necesidades más perentorias es, sin duda, la construcción. de la carretera que una a esta villa ! con los pueblos de Hermigua, Agulo y Vallehermoso.
Hace más de dos años se dio principio a las obras del primer trozo. En la actualidad, por causas que desconocemos, se hallan suspendidas, para hacer más triste la situación de los obreros. De ello tienen conocimiento los centros superiores, pues han sido varías las reclamaciones tanto sobre la paralización de dicha obra, como en demanda de trabajo que solucione la gran crisis obrera que desde hace tiempo se padece en esta localidad.
Enseñanza
Existe una Escuela de Artes y Oficios en la que casi todo el. claustro de profesores está constituido por interinos.
Cuenta también con dos escuelas, una de niños y otra de niñas, que resultan insuficientes para la población.
Esto, unido a la lamentable frecuencia con que quedan vacantes, es causa de que la educación de la niñez deje mucho que desear. Se gestiona el establecimiento de escudas en los pagos de La Laja y Santiago.
Exportación de frutos
Constituye la principal riqueza de la villa la exportación de plátanos y tomates que en grandes cantidades, se enviaban a los mercados de Inglaterra, Francia y Alemania.
Las principales casas exportadoras, son: Fyffes Limited, Thoresen, y Curbelo y Maldonado.
El día 1° del presente mes dejaron todas de comprar frutos, por lo que se ha quedado perdida la cosecha, apenas comenzada.
Arbolado
Últimamente se ha despertado entre los habitantes de San Sebastián un gran amor al árbol, y desde hace tiempo plántense multitud de arbolitos en los caminos de las inmediaciones.
Abundan las palmeras, que dan al pueblo un pintoresco aspecto, sobre todo contemplado desde el mar y desde la altura denominada La Miranda que se encuentra en la carretera que conduce al faro de San Cristóbal, carretera por cierto que se encuentra en lamentable estado de abandono.
Triste contraste
Los fabulosos precios que alcanzaban antes de la actual guerra europea, los tomates y plátanos, principal riqueza, como ya se ha dicho, de la isla, hacían que la villa de San Sebastián de la Gomera fuese un pueblo de vida próspera, que avanzaba rápidamente en el camino del progreso. Por triste contraste, su situación actual no puede ser más angustiosa, pues paradas estas dos fuentes de riqueza, los propietarios han experimentado grandes pérdidas, la clase, obrera carece de trabajo, el comercio se ha resentido, y la vida se ha hecho difícil.
La prensa : diario republicano Año VII Número 2229 – 1917 Febrero 26