Nació el 24 de julio de 1886, en el barrio de El Guro,perteneciendo esta localidad al entonces municipio de Arure.
Infancia y juventud
Su infancia transcurrió, como la de la mayoría de los niños de la época, sin haber podido asistir a la escuela, al igual que muchos canario, ha de emigrar a Cuba a ganarse el sustento, como tantos otros hijos de Canarias a lo largo de la historia.
En Cuba y las Canarias
En Cuba trabajará en ingenios azucareros y plantaciones de tabaco, y aprenderá a tocar el laúd e interpretar música tradicional cubana. Iban a ser un total de treinta y dos años, repartidos en varios períodos, el tiempo que pasaría en ese país. Ya por aquel entonces su fama de poeta era bien conocida, tanto en Cuba (sobre todo en la provincia de Santa Clara. Regresa a Canarias en 1917 y contrae matrimonio, si bien volverá a Cuba (donde ya era conocido como el cantor gomero) entre 1920-1923 y 1924-1936.
En los años 30 publica en Cuba el libro de poemas El canario y el sinsonte, un libro de controversias en forma epistolar con Manuel Rolo. Regresa definitivamente a La Gomera en 1936. Alcanza gran fama dentro de Canarias, actuando en La Palma, Tenerife y El Hierro.
En 1945 muere de tuberculosis su hija Zoila, que era también aficionada a improvisar y tocar el laúd. Este hecho luctuoso le dejará profundamente afectado. Las décimas que hizo por su muerte, son de las más hermosas y emotivas.
Muerte
Muere el 12 de mayo de 1955 en Valle Gran Rey, La Gomera , a la edad de sesenta y nueve años.
Su obra
En Cuba publicó un libro en la década de 1930, “El Canario y el Sinsonte”, controversia mantenida, vía epistolar, con su amigo Manuel Rolo, que hacía de Canario y él, desde Cuba, era el Sinsonte.
También de esa época son muy conocidas las décimas de “José Hernández y Lorenza Romero”, en donde recrea un encuentro en Bolondrón con una improvisadora cubana. A su regreso definitivo a las Canarias, se desplaza varias veces a versear a otras islas como La Palma (con su amigo Simeón Marichal), Tenerife y El Hierro.
De su extensa obra se pueden destacar (aparte de las ya mencionadas) composiciones como: “El año de la gripe”, “La vieja y los camellos”, “Dos cajas para una muerta”, “El guirre y el grillote”, y un sin fin de anécdotas que reflejaban su ingenio y rapidez en la improvisación.
Libro de décimas de José Hernández Negrín
Sin que el rubor me apresure
nací en el ochenta y seis;
Gomera Valle Gran Rey
en el término de Arure.
Y si es preciso que jure
por si algún caso te extraña,
dominadas por España
se encuentra un grupo de islitas,
son siete estrellas bonitas
que el mar Atlántico baña.
Fragmento de José Hernández y Lorenza Romero.
