Sin lugar a dudas la mejor vista del caserío de Taguluche, en el sudeste de La Gomera, se obtiene desde el mirador de El Santo, en la misma carretera que llega hasta él. Desde aquí se divisa un hermoso valle salpicado de pequeñas casas blancas entre un majestuoso palmeral, uno de los más importantes de las Islas Canarias y declarado Lugar de Interés Comunitario por la Unión Europea. Ya dentro del caserío, nos encontramos con un pintoresco asentamiento rural donde hombre y naturaleza se dan la mano.
Un caserío que mira al mar
Flanqueado por verticales y rocosas paredes que dan la sensación de pequeñez, Taguluche mira al mar desde el fondo del barranco donde se asienta. El campesino, adaptado al terreno, cultiva en terrazas y da forma a un paisaje de por sí hermoso. Los manantiales de la zona se encargan de mantener la tierra fértil. Caminos empedrados suben, bajan y se deslizan entre pequeñas casas rurales con tejas, muchas de ellas restauradas. Solo hay que dejarse llevar.