- Se recoge en el presente la opinión de ATAN publicada en su propia web en el mes de febrero del año 2000.
- No entramos a valorar si la opinión era certera u equivocada, solo se publica a efectos de tener una referencia
Estos últimos días La Gomera ha estado de actualidad en los medios de comunicación del Archipiélago. La noticia ha sido la cancelación de los vuelos de Binter con destino al aeropuerto gomero por falta de pasajeros.
Con la retirada de esta compañía el recién inaugurado aeropuerto sólo atiende a dos vuelos semanales con Gran Canaria. Antes de cumplir su primer año de vida ya se han cumplido todas las previsiones que se habían hecho sobre escasa viabilidad de este aeropuerto.
Está claro, teníamos razón los que decíamos que iba a ser un bonito monumento al despilfarro y a la megalomanía de los dirigentes gomeros. El día de la inauguración hubo peleas por salir en la foto y todos se atribuían el mérito de su construcción; hoy, ante el evidente fracaso de esta carísima infraestructura, no se les ocurre otra cosa que echarle la culpa de la falta de vuelos a las compañías aéreas que se niegan a volar con los aviones vacíos.
Recurren a cualquier cosa, menos a reconocer lo que siempre estuvo claro: ni los gomeros ni los visitantes iban a utilizar este medio de transporte teniendo a su disposición una eficiente, rápida, versátil y más barata conexión marítima. Este disparate, fuente de inspiración para nuevos chistes de gomeros, no fue un mero capricho, es el resultado de una política económica nefasta para el conjunto de la Gomera pero beneficiosa para unos pocos políticos y empresarios.
En la Isla se han invertidos miles de millones de pesetas procedentes de las haciendas públicas (recuérdese el célebre Plan Operativo Integral que superó los quince mil millones) y, a diferencia de El Hierro que cuenta con una economía mucho más equilibrada, en La Gomera la construcción es la principal fuente de empleo y las obras públicas son las destinatarias de la mayor parte del dinero gastado por los organismos públicos. Es una política económica contraria a lo que se entiende en cualquier parte por desarrollo sostenible y que está produciendo un progresivo deterioro de los recursos naturales y de los ecosistemas de la Isla.
Lo malo no es lo que han hecho, que ya es mucho, lo peor es lo que siguen haciendo en la Isla y que está dejando su superficie salpicada de monumentos al disparate y al despilfarro. Mientras tanto, la agricultura, la ganadería, la artesanía, la conservación del medio ambiente sólo sirven para hacerse publicidad durante las campañas electorales pero, según los datos, son otros los sectores económicos prioritarios para los regidores de la administración insular.
Una prueba clara la constituye la construcción de una embotelladora de aguas en Taguluche con dinero del cabildo, y promovida por el ayuntamiento de Valle Gran Rey. Esta actividad industrial implica la destrucción del espacio natural protegido el Lomo del Carretón y, simultáneamente, el estrangulamiento de las actividades agrícolas en Taguluche al quitarles el agua.
Está claro que no tienen ni argumentos ni razones, han optado por la política del silencio y los hechos consumados; se niegan a informar, no reciben a los representantes de los propietarios perjudicados ni a las asociaciones ecologistas que hemos denunciado este brutal atentado medio ambiental y no participan en debates, pues a estos políticos no les interesa informar a los ciudadanos, a ellos lo que les gusta es la publicidad.
ATAN ha solicitado desde hace cuatro meses entrevistas con el Presidente del Cabildo, con el responsable del Consejo Insular de Aguas, hemos intentado hablar con los dirigentes del PSOE, incluso a través del correo electrónico les hemos hecho llegar nuestra queja, sólo hemos recibido la callada por respuesta.
Hemos expuestos nuestras razones en los medios de comunicación y, también, les pedíamos que contestaran a las cuestiones planteadas, pero ni el partido ni sus dirigentes quieren pronunciarse. Es por tanto evidente que el PSOE canario avala la destrucción de un espacio protegido, la condena a muerte de las actividades tradicionales de Taguluche y la progresiva desaparición de su palmeral incluido en la Red Natura 2000 dre la Unión Europea.
Al igual que Coalición Canaria (el alcalde de Valle Gran Rey pertenece a esta formación política), los socialistas canarios recurren a la demagogia cuando hacen publicidad de su «amor» por la naturaleza; también actúan de demagogos cuando afirman con rotundidad, como hace el consejero de Medio Ambiente del cabildo gomero en el periódico La Isla (en realidad, un folleto publicitario del PSOE local) que el desarrollo sostenible es prioritario para los responsables del cabildo. Es evidente que mienten, los hechos lo demuestran.