El drago canario, forma parte de la identidad sociocultural canaria, y está considerado junto con la palmera canaria, el pino canario y otras plantas de las islas, como uno de los símbolos de Canarias.
Para los aborígenes de Canarias, representaba la manifestación terrenal de un dios protector y veneraban a los dragos como lugares de especial poder y significación, utilizando su savia como sustancia curativa.
Mitos y leyendas han envuelto a los dragos desde la más remota antigüedad. Cuenta la mitología griega que cuando a Hércules le encomendaron las conocidas «doce tareas» una de ellas fue encontrar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides (las tres hijas de Atlas). Este Jardín, según la leyenda, se ubicaba en las Islas Canarias y estaba custodiado por un fiero dragón de cien cabezas llamado Ladón. Hércules, tras una larga travesía, se encontró con Atlas, el titán condenado a cargar con el peso de los cielos, que dijo saber dónde se encontraba el Jardín y se ofreció a traerle las manzanas de oro a cambio de sostener los cielos mientras tanto. Atlas mató a Ladón, y la sangre que manaba de sus mortales heridas cayó sobre el Jardín de las Hespérides, se cuenta que de cada gota nació un drago. Ladón, ese dragón milenario seguiría vivo, por tanto, en sus hijos, los dragos.
Uno de los más importantes es el Drago de Agalán, con más de 400 años, es el drago más antiguo de la Gomera y también el ejemplar de mayor envergadura. Considerado como un símbolo de la Gomera, se encuentra en el municipio sureño de Alajeró, figura en el escudo heráldico de este municipio. Está ubicado en un hermoso barranco cubierto de ágaves llamado Tajonaje.
Desde la carretera general de Alajeró a varios kilómetros antes de llegar al casco urbano, por un camino descendiente se puede visitar este magnífico drago. La ruta a pie puede durar aproximadamente de 15 a 20 minutos.
Es la única planta del mundo cuya savia es de color rojo (su color blanco original, cambia a rojo cuando ésta entra en contacto con el aire).A su savia, conocida como “sangre de drago” se le atribuyen, desde tiempos inmemoriales, mágicas propiedades. Pociones, ungüentos, cosméticos y hasta barnices para pintar violines Stradivarius han sido algunos de sus usos más habituales.
Su crecimiento es muy lento y en condiciones óptimas crece un metro cada 10 años. Alcanza edades centenarias y su primera floración se produce a los 15 años.
Según las personas mayores de las islas, se puede saber cómo será de lluvioso un año, mirando la floración del imponente drago, siendo famoso el dicho: “Drago florido, invierno de lluvias”.
A diferencia de los árboles, si queremos conocer su edad no lo podemos averiguar contando los anillos de crecimiento, ya que no tiene. Su edad se determina contando el número de ramificaciones que tienen sus ramas. El drago se ramifica tras la floración y esto sucede cada 15 años, por lo que ver uno de estos ejemplares en flor constituye un espectáculo muy exclusivo.
Ahora ya sabes cómo conocer la edad exacta de un drago, te emplazamos en La Gomera para que cuentes tú mismo las ramificaciones del legendario Drago de Agalán y nos digas cuanto años tiene…aunque ya te hemos dado una pista…tiene más de 400 años! Buena suerte!